Muchos piensan que el pescado “fresco” es el que se ve en hielo o en vitrina.

Pero la realidad es que ese pescado pudo haber pasado varios días —incluso semanas— viajando desde el punto de captura hasta el mostrador.

Aunque nunca haya sido congelado, su frescura natural ya empezó a perderse hace tiempo.

En Nissi, trabajamos con un principio simple: congelar es capturar el momento perfecto de frescura.

Nuestros pescados y mariscos se congelan  después de su captura, deteniendo su proceso natural de deterioro y manteniendo su sabor, textura y valor nutritivo intactos.

Así garantizamos que cada producto conserve la verdadera esencia del mar, lista para disfrutarse cuando quieras.

El proceso de congelación no solo conserva los nutrientes: también permite mantener la cadena de frío controlada desde el mar hasta tu mesa.

Esto asegura que el producto Nissi llegue a tus manos con la misma calidad y frescura del primer día, sin depender de largas esperas ni traslados a temperatura ambiente.

Además de ser más fresco, el producto congelado Nissi es más conveniente.

Gracias a nuestro empaque individual, podés descongelar solo la porción que necesites y conservar el resto sin desperdicio.

Perfecto para cocinar fácil, rápido y con la tranquilidad de saber que estás preparando mariscos realmente frescos.